martes, 11 de octubre de 2016

Frágiles amores

Redacto esto 15 años después.

Nos pidieron para la clase de Español, que hiciéramos un libro. Con todas sus partes como portada y no sé qué más.

Les voy a adelantar el final. El día que entregamos nuestro libro, la maestra lo tomó de ejemplo. Dijo algo como esto:

—Resulta muy obvio que voy a calificar todo, no sólo el contenido. Por ejemplo este libro no va a tener la misma calificación que este otro libro.

En su mano tenía un libro con un acabado muy profesional, tipo tesis. Al mismo tiempo sujetaba nuestro libro con la otra mano, que representaba el ejemplo de la vergüenza.

Pues ahora viene el relato.

Hicimos un equipo, 6 integrantes: El topo, el chema, el francis, el gordo Alquicira, el Eros y el abuelo (yo).

Para nuestra mala suerte, ninguno de nosotros tenía impresora, los recursos eran limitados y debíamos ingeniárnosla como pudiéramos. Tomamos papeles muy activos; cada integrante del equipo. Yo organicé los contenidos, mis compañeros diseñaron el logotipo y nombre de nuestra editorial: Kyorisai. Con una clara influencia japonesa, Kyo, Iori y el viejito Happosai, el que tiene fetichismo por prendas íntimas. "Akane-chan no panti (japonés)".

Les describo el logo. Era un sol, como el que trae Kyo Kusanagi en la espalda, que se interrumpía por la luna que define a Iori Yagami. Y encima se veía a Happosai volando, ¡magnífico!. El dibujo estaba genial, Francis lo hizo.

Fuimos a Zacatenco, que nos quedaba retirado de nuestros domicilios, porque el gordo Alquicira conocía un lugar donde podíamos imprimir a bajo costo o algo parecido. Nos dimos una vuelta que duró horas, perdidos, con hambre. Al final, creo que el chema terminó consiguiendo las impresiones del único libro que imprimimos. Impreso por una sola cara, dos páginas por hoja. Para darle forma de libro, cada hoja fue doblada a la mitad y luego, yo, le puse tres grapas a cada hoja, para que no se abriera al pasar las páginas. Esta porquería que quedó, estaba cubierta por un folder amarillo, cortado al tamaño de las hojas y sujetado por un broche.

El libro tenía el tamaño de la mitad de una hoja tamaño carta.

Pero no se dejen llevar por la apariencia, mis amigos, les decía yo. Claro, porque el contenido era mi trabajo. Y el de invitarlos a confesarse conmigo, a contarme sus secretos, sus miedos, sus deseos.

Hice una propuesta. Escribí una historia de amor. ¿Y qué iba yo a saber del amor?. Ellos no lo sabían, entonces confiaron en mí.

Les escribí una historia de amor, ya saben, basada en la vida real, esas que suceden y sabes que suceden porque compartes parte de la historia, porque te ha sucedido en algún momento. Historias que adoptas como tuyas. De las más deliciosas para disfrutar.

Luego llego el gordo Alquicira con otra historia, tomando el ejemplo de la que puse. Y luego llevo otra historia más. Me tomé la oportunidad de hacerle algunas modificaciones, sin censurar el contenido, claro, y entonces ya teníamos más historias registradas. Así fuimos entregando más historias cortas de amor. Aunque es más acertado mencionar que eran de desamor, historias tristes, y repito, extraídas de la vida misma. Historias reales.

Los ñoños, éramos. Así nos decían. Al mencionarlos, los extraño y los tengo muy presentes. La sufrimos para conseguir ese malvado monstruo de hojas engrapadas. Era horrible ese libro, excepto por el logo que definía nuestro trabajo en equipo. El contenido no se los menciono, porque sería grotesco exaltar aún más su valor.

Pues así, cuando la maestra nos toma como el ejemplo de la podredumbre, e invita al rechazo público, Kyorisai sonríe. Sí, todo el equipo sonreímos porque teníamos la certeza de que en ese libro había lágrimas derramadas, sacrificio, fraternidad. Los demás, seguían viendo a los ñoños, y se reían estúpidamente con sus tesis vacías y empastadas en letras doradas. Yo envidiando los recursos, pero exaltando el coraje.

—Obviamente este libro no va a tener la misma calificación que este otro libro —dijo la maestra.

Y bueno, a contarles el final; que me va a dar mucho placer, pero es muy probable que ya lo supongan.

Sí, la maestra, al día siguiente se presentó, serena, la muy méndiga. Y fue entregando los trabajos, uno a uno. Había tesis de 2 puntos, de 4, de hasta 6 puntos. Y nuestro libro lo entregó al final.

—Se nota que hubo quiénes sí se esforzaron para hacer su libro —dijo—.

Nos había puesto 10, la calificación máxima.

Y...  ¿qué les digo?. Ahí se acaba la historia.

La maestra entregó todas las tesis vacías, pero a nuestro Kyorisai no. Ese libro se lo quedó ella. La única copia impresa, con las historias que nosotros habíamos vivido.

Cuando repongo en ello, imagino a la maestra, sintiendo lo que nuestros actores sintieron. Eros, Chema, Topo, el gordo Alquicira, Francis, el abuelo. Y sonrío, al saber que ella lo disfrutó tanto como nosotros lo hicimos durante la realización de este proyecto.

Gracias maestra.

Y si llega a leer esto, devuélvanos nuestro libro. Frágiles amores, de la editorial Kyorisai.

jueves, 6 de octubre de 2016

Enamorado

-Pero, ¿cómo sabes que te has enamorado?
-No lo sé.
-Quiero decir, ¿cuánto tiempo hace falta para enamorarse?
-Hay quienes afirman que basta un segundo para que suceda. Yo tampoco lo creía.
-¡Pero cómo puedes estar tan seguro!
-Deja que te cuente, y me respondes.
  
-Me ha bastado un segundo. El mismo que he tardado en mirarle, Tiene unos ojos y una boca.
-Pero eso lo tenemos todos.
-Tiene unos ojos que despiertan mi pasado, con luces de futuro y sensaciones de paz. Tiene una boca que me envuelve en confidencia. No promete paz, cabe aclarar. Se me antoja más llamarle picardía.
-¿Pero de verdad crees eso?
  
-Tiene una forma de abrazar. Tiene una forma de mirar. Tiene una forma de besar.
-¡Como todos, obviamente!
-Me llena de su ser, con su mirada.
-¿Eso piensas?
-¡Eso siento!
  
-Y le alegra mi presencia, me lo ha dicho.
-¿Qué te dijo?
-¡Me dijo que está feliz!
-¿Cuál ha sido la razón?  
  
-¡Tú!, me contestó.  

martes, 20 de septiembre de 2016

Soñadores

Suerte de corazones viejos, enfermos, mancos, ciegos. Anhelantes caminan por el mundo, acariciando las nubes, bailando la melodía que conocieron hace tiempo. Se remontan a figuras familiares. Reviven sus historias, entierran sus fantasmas, se abrazan al presente. Respiran la semilla del futuro, enamorados. Se dicen para sí, es hora. Y Abordan un tren que ha partido ya, desde hace mucho.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Écrire

Estoy a punto de dormir, y después de haber reescrito el cuento del transportista, que ilustra una escena de los viajes con papá, he terminado más sensible que otras veces. Hasta mañana.

lunes, 29 de agosto de 2016

Corrí la maratón

Es mi cuarta maratón y la reseña no es como las anteriores. No fui el héroe que se corona en la meta, recorté la ruta, me engañé a mi mismo.

Elijo no desayunar porque no siento hambre, y sé que fue un error. Son las 5:20am del 28 de Agosto de 2016. Ansioso por empezar la carrera, subido en el vagón del metro, iré tranquilo todo el tiempo, con el pulso controlado, pienso. Mi dieta baja en carbohidratos me ha hecho sentir débil la última semana, aunque de algún modo con mucha energía potencial. Temo por mi salud pero ya quiero empezar y comparar resultados. Se da el inicio de la carrera y voy sin agitarme durante los primeros 19 kilómetros. Los primeros y los únicos. Camino hasta llegar al 21 y al entrar al bosque me acuesto a un lado del camino. Es una sensación maravillosa. Siento paz y felicidad, nada importa, sonrío, me abrazo de ese momento. Miro las nubes y me quedo esperando a que el corazón se relaje. Son 160 pulsaciones las que me indican que la carrera se terminó para mí. Luego de ocho minutos, al levantarme con 80 pulsaciones, intento trotar para comprobar que es imposible continuar. Ya traigo 160 pulsaciones por minuto, otra vez. Este es el 23. Aquí decido abandonar la carrera, a un kilómetro de mi casa. Quisiera ir a desayunar algo, bañarme con agua tibia y recostarme, luego dormir. Pero elijo llegar a la meta y recoger mi medalla. Que sirva de recuerdo. Solicito un Uber y llego a la meta. ¿Vergüenza?, ¿culpa?, ¿qué siento realmente?. No lo sé. Siento que logré algo, aunque no haya terminado la maratón, pero no logro describirlo. Sé que es el inicio de una temporada, el principio de un mundo a reconocer. Otra perspectiva con diferente dieta. Si muero durante esta prueba, sepan ustedes que fue porque dejé de seguir lo que estuve practicando en estos tres años y medio previos. Significaría que la prueba falló, pero por favor, no vayan a culpar al running, que tanto me ha dado.

jueves, 18 de agosto de 2016

Emocional

Hoy se me rompió un diente
Los problemas o infecciones del primer molar superior indican las tensiones relacionadas con la digestión de las emociones y, también, que sentimos miedo o desconfianza ante lo que nos pueda deparar el futuro. Reflejan momentos en los que no somos felices, en los que no nos damos tiempo para la diversión y el placer. Estos molares también nos hablan del deseo de crear nuestra propia vida.

Fuente: http://www.enbuenasmanos.com/relacion-entre-dientes-y-emociones

miércoles, 27 de julio de 2016

Llueve



Llueve, ¿sabes?
Estás tan lejos y lo sabes
Me llueve aquí, tú a kilómetros
Te llueve allá, yo aquí sigo

Sé cuando te llueve
Me lo dice tu rostro
Me lo dicen tus manos
Me lo dice el pecho

Anoche no dormí
Estaba contigo
Sé que no dormiste
Mirabas la lluvia

Dijiste buenas noches
También mandaste un beso
Dijiste hasta mañana
Y lograste dormir

Llueve, ¿sabes?

domingo, 24 de julio de 2016

treintaitrés centavos

Domingo 26 de Abril de 2015, estoy sorprendido y así es como caigo en la realidad. Hoy me terminé los ahorros de cuatro años y medio del trabajo anterior, y eso que "pagaban muy bien".

domingo, 10 de abril de 2016

Producto Básico General

Hola, fui a la sucursal Narvarte donde solicité una cuenta Producto Básico General y me fue negada, porque no la asocié a ningún servicio como pago de hipoteca, pago de tarjeta de crédito u otro.

jueves, 7 de abril de 2016

Rompecabezas

Estoy acostado a la orilla de la carretera en esta cama inmensa. Mis miedos se dan espacio para extenderse a sus anchas y dejan salir todos mis recuerdos, los dolorosos principalmente.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Ayer no comí

Desayuné una naranja y un litro de suero, a la comida dos galletas, y de cena galletas de animalitos con un plátano. Al llegar del trabajo me quedé dormido sobre la mesa durante una hora, no recuerdo si soñé pero al despertar tenía un poco de energía, la suficiente para preparar mi cama y acostarme a dormir. Me acerqué un vaso de agua por si la temperatura regresaba durante la noche y me despertaba envuelto en la insoportable sed, me acurruqué luego y logré dormir, reparadora e ininterrumpidamente; dormí bien, soñé mucho.

lunes, 28 de marzo de 2016

En la humanidad

Nos aferraremos con gozo a los momentos que nos brindaron felicidad, como los cimientos de nuestra fortuna, porque de eso están construidos los sueños; y de sueños está hecha la vida.

Un día parecerá que todo se ha borrado de nuestro recuerdo, que la intensidad de la dicha es pasajera, y cuando nos sorprendan oleadas incrementadas de experiencia, sonreiremos como el día que vimos brillar al sol en su despertar.

jueves, 11 de febrero de 2016

¿Cómo te llamas?

Te vi y me gustaste. Fue intenso, lo sé, también lo sentí. Lo vi en tu sonrisa, también en mi sonrisa nerviosa. Nos miramos más de 3 segundos, es una eternidad. Me imaginé a tu lado, sonriendo, plenos, felices, enamorados, ¡vivos!. No me acerco a preguntarte tu nombre, por respeto. Me conozco. Me odio. No lo merezco. Veo el ángel en tu mirada, le coquetean mis demonios y mi muerte. Me gustaste mucho. Te amo, aunque suene apresurado. Sé que te conozco apenas hace dos estaciones pero te amo. Porque amo lo que imaginé de ti, por lo que ya vivimos en mis pensamientos. Por ese amor que siento respeto tu inocencia. Enciendo la música. Pretendo leer. Me duele el deseo, me duele tu amor. Quizás en otra vida me atreva a hablarte. Sólo espero tener un poquito de malicia para desear hacerte mía.

lunes, 11 de enero de 2016

¿A qué hora sales al pan?

Antes, preguntaba a qué hora sales al pan y me funcionaba pero hace un tiempo que no lo logro, he perdido el toque y me deprime cuando contestan “yo no como pan”. Duele, y no es que me duela el rechazo, es más profundo. Me duele la privación que se toman, a cambio de agradar a los demás. Digo que no es como antes porque antes no me importaba pero hoy me importa encarecidamente porque de eso vivo, porque de eso como, porque yo soy el que vende el pan.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

El águila que habló

Había una vez, cuando los animales hablaban con los hombres, un águila caudal que gustaba de contar sus viajes incluyendo sensaciones maravillosas y el color que tomaban las nubes según el clima y la hora del día.

Los hombres sabios y humanos dudaron del águila, argumentando que las nubes no eran diferentes a como ellos las veían.

Conforme las historias del águila iban aumentando en detalles, los hombres corrían rumores entre ellos aunque el águila no entendía porqué comenzaba a sentir el disgusto de ellos. Un día no volvió.

Tras generaciones se habló del águila que contaba sus historias pero hoy quién podría creer semejante disparate, si las águilas no hablan.

jueves, 29 de octubre de 2015

Joaquín



Son las 6:15pm, igual que ayer, y Joaquín se sienta en la misma banca que ayer, de la misma estación que viene frecuentando desde hace un año, que fue cuando recobró la memoria. Se ubica junto al area de comida aunque comió hace un par de horas, abre un libro de título insignificante, repasa algunas páginas y levanta la mirada antes de seguir leyendo. Su mirada se clava en el mismo lugar, una y otra vez, como buscando algo, como si estuviera perdido o como si esperara a alguien. Su mirada no vacila, sabe hacia dónde mirar y parece reconocer a alguien. Le busca el cabello y las manos pero sabe que ella ya no trabaja ahí. Su ilusión se desvanece muy deprisa porque no encuentra la misma sonrisa enmarcada por su cabello rizado y sus ojos como estrellas. Aparta el libro y se pone a escribir. Joaquín es algo tímido y silencioso, aun así le escribe una canción que nunca le podrá cantar. Quiere guardarla para el futuro. En ella le confiesa que no hay nadie que se pueda comparar, que es única y que es imposible imaginarla, que no la puede recrear en su imaginación con la fuerza que tiene su ser. Es que ella desbordaba sus sentimientos y le hacía creer que todo era posible, a veces no le decía nada, otras veces le confesaba que él le daba paz, y con eso él se sentía tranquilo, contento y amado. Eso bastaba. A Joaquín, esto le hace derramar una lágrima, luego una sonrisa, luego le duele haber recordado todo lo que sucedió, porque hoy es tarde, y hace un año ya era tarde. Escucha una risa alegre y voltea, quizá sea ella tomando helado o bebiendo café, o acercándose a tomarle de la mano y llevarle a caminar por la ciudad, de noche, para contarle cuentos y platicar de libros, del trabajo, o de comida, porque Joaquín y ella eran muy tragones, aunque lo intentaran disimular. Joaquín intenta sonreír, cierra el libro y camina. Se acerca a donde trabajaba ella y pide un sándwich, de carne, como el que ella le invitaba. Una mordida, cierra los ojos y llora desconsoladamente. Dos mordidas, y de recuerdos le quema el pecho. Tres, y vuelve a casa. Hasta mañana, piensa, por si te vuelvo a ver.

martes, 29 de septiembre de 2015

Vida

Le miro a los ojos y ahí está. La muerte, inevitable.

lunes, 31 de agosto de 2015

Maratón CDMX 2015

 En mi tercer maratón llevo conmigo toda la experiencia de las montañas como una vivencia real y como algo diferente a lo que leí en libros. Agradezco las manías heredadas de sacrificio y pulcritud tras vivir en ese paraíso.

 En este maratón no sufrí la carrera. Aprendí que hay tantos secretos por compartir, magia, claves, trucos, trampas. Llámenle como quieran pero hay atajos para llegar a la cima del mundo.

 Aunque desgraciadamente no se pueden compartir...

En el metro me como 135grs. de galletas Mexicanas, llego al guardarropa, medio litro de jugo de naranja y 36grs de galletas Salmas.

2kms coquetos, luego en modo cacería corro hasta el km18.

Km10. Meo una pared.

Km18. Hago sprint de 500 metros. Me subo a la pista de corredores de circuito Ghandi.

Km24. Paro, compro una alegría.

Me encuentro a Araiz Arriola, intercambiamos unas palabras y seguimos.

Km 28. Paro. Compro un Gatorade y un gansito.

Km 30. El corazón se queja.

Km 31. La respiración me marca el ritmo.

Km 32. No llevo piernas. Pero tengo corazón.

Km 33. Este es mi mundo, y yo le pertenezco.

Km 34. Ya no queda corazón.

Luego caminé... Mi maratón había llegado a su fin. Sólo falta ir a recoger mi medalla.

5:22:13 hrs

Encontré lo que buscaba y eso me bastó.

#GraciasHADAS
#MCM2015

lunes, 24 de agosto de 2015

Distancia

La distancia, potenciadora. De los que tienen miedo, se alimenta en el temor; de los que se desean, se confunde en su pasión; por los melancólicos, ella misma se deprime; agradece a los seguros de sí mismos construyendo cimientos y llena de agujeros al delgado manto de la desconfianza; a la solidez propia del amor, como a la verdadera estima de loable historia, les genera una cohesión de naturaleza divina; a las almas gemelas les regala alas y les traza un mapa. Al amor le deja libre y al dolor le atrapa en sueños, de los que se hace una almohada, para nunca despertar.

martes, 21 de julio de 2015

GIFF 2015