La distancia, potenciadora. De los que tienen miedo, se alimenta en el temor; de los que se desean, se confunde en su pasión; por los melancólicos, ella misma se deprime; agradece a los seguros de sí mismos construyendo cimientos y llena de agujeros al delgado manto de la desconfianza; a la solidez propia del amor, como a la verdadera estima de loable historia, les genera una cohesión de naturaleza divina; a las almas gemelas les regala alas y les traza un mapa. Al amor le deja libre y al dolor le atrapa en sueños, de los que se hace una almohada, para nunca despertar.