En el incesante susurro nocturno de las aves y la marea lunar de las estrellas, en vela, aparecen deseos vivos del mundo que creas en mi pecho y tu cuerpo baila siguiendo ritmos que guían a los sonidos de mi sentir. Te vuelves eterna y presente, te transformas en una junto a mí y la espera de goce en tus labios, se confunde con mi vivir.